Por distintos motivos, son varios los coahuilenses que se encontraban en el puerto de Acapulco, Guerrero, cuando llegó el devastador huracán Otis.
Entre ellos, Isidro de los Santos Villarreal y su familia, quienes se habían dado cita en la zona de desastre para participar en la XXXV Convención Internacional de Minería, prevista del lunes 23 al viernes 27 de octubre.
El mismo lunes, el Servicio Meteorológico Nacional aseguró en sus modelos que la tormenta tropical Otis no alcanzaría a evolucionar a huracán, ni afectaría territorio nacional.
El empresario Isidro de los Santos es presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, delegación Piedras Negras, y narró los momentos de angustia que vivió junto a su familia al permanecer horas atrapados resguardándola del impacto del meteoro.
«No nos dimos cuenta de la magnitud hasta que llegó. Primero, como a las 10.00 de la noche, se vino un fuerte aironazo y unas lluvias, pero a partir de la 1:00 ó 1:30 de la mañana, se dejó caer y tumbó puertas, quebró ventanas; el techo de la vivienda colapsó y una de las paredes también se vino abajo, cayó sobre algunos de los habitantes de la casa”, narró.
“La pared nos golpeó un poco, pero fue lo que nos salvó la vida, porque desviaba el viento y cualquier objeto que estaba cayendo” contó De los Santos.









