Atención, padres de familia: hablen bien con sus hijos adolescentes, especialmente con las mujeres. A veces, el enamoramiento las lleva a cometer errores, como enviar fotos inapropiadas. Lo que en ese momento puede parecer una prueba de amor, luego se convierte en una herramienta de extorsión.

Gabriela Carrillo, titular del grupo Violeta, ha señalado que este problema sigue siendo frecuente. Muchas adolescentes, por querer mostrar amor, envían fotografías comprometedoras que luego se utilizan para chantajearlas, lo que constituye un delito.
Es fundamental que los padres conversen con sus hijos e hijas sobre los riesgos de compartir fotografías o videos que, aunque en el momento puedan parecer pruebas de amor, pueden transformarse en intentos de chantaje o extorsión.
