En dos días, la Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Especialidades 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Nuevo León, trasplantó un hígado, dos riñones y dos córneas para prolongar y mejorar la calidad de vida de los cinco pacientes receptores.
Ello, luego de que una familia cumplió el deseo de un hombre de 41 años de edad que, al fallecer, se convirtió en donador multiorgánico en el Hospital General de Zona 2 del IMSS en Saltillo, Coahuila.
En cuanto tuvieron el ofrecimiento de los órganos, el sábado 2 de abril, el equipo procurador de la UMAE 25 viajó en carretera al quirófano de HGZ 2 saltillense para realizar, en cuatro horas, la procuración multiorgánica.
Gerardo Luna López, jefe de División de Trasplantes de este Hospital de Especialidades 25, informó que, para su traslado a Monterrey, los órganos tuvieron un embalaje con soluciones especiales de conservación y una temperatura de 0 a 4 grados Celsius; el hígado tiene una duración de 12 horas para poder trasplantarse, los riñones 24 horas, y las córneas cinco días.
El hígado fue trasplantado el domingo 3 de abril a una mujer de 50 años de edad, en un proceso quirúrgico especializado que duró casi seis horas; la paciente padecía un tumor que le había causado la pérdida de la función hepática en un 80 por ciento con un pronóstico de vida máximo de un año.
Al recibir un nuevo órgano en su cuerpo, la receptora dejará atrás el sufrimiento causado por la acumulación de toxinas en su organismo, daño cerebral, pérdida de memoria, sangrado del tubo digestivo, desmayos, desnutrición y otros efectos de la insuficiencia hepática.
La receptora recibió en la UMAE 25 una nueva oportunidad de vida que esperaba desde hace un año.
La señora Blanca Leticia, familiar de la paciente, y quien le acompañó en su proceso de enfermedad, agradeció la atención recibida en esta unidad médica del IMSS en Nuevo León.
“Estoy feliz y muy agradecida porque mi cuñada ha recibido un trasplante de hígado. Les agradezco mucho a los doctores que siempre estuvieron al pendiente de ella paso por paso, hasta llamadas para saber si estaba bien, para ver cómo reaccionaba a los medicamentos que se le ofrecían y durante la operación”, externó.
“El trasplante de hígado es un proceso de alta complejidad quirúrgica, debido a que hay cuatro estructuras que deben ser conectadas al cuerpo del receptor: la arteria hepática, la vena porta, las venas suprahepáticas y la vía biliar, todas ellas con calibres milimétricos que requieren extrema precisión para embonar y funcionar adecuadamente”, explicó Luna López.
En el caso de los riñones procurados, fueron trasplantados el domingo 3 de abril a una mujer de 48 años de edad y un hombre de 50, ambos se sometían tres días a la semana a hemodiálisis, tratamiento auxiliar hospitalario para limpiar la sangre de toxinas debido a que sus riñones tenían nula funcionalidad.
Al recibir trasplantes renales, los pacientes ya no serán dependientes de una máquina de hemodiálisis, por lo que prolongarán y mejorarán su calidad de vida.
Las córneas procuradas se colocaron el lunes 4 de abril a dos pacientes, una mujer de 50 de edad y un hombre de 55 años, quienes habían perdido la visión por completo.
Esta cirugía fue de tipo ambulatoria y duró una hora, en la que participaron médicos oftalmólogos especialistas en trasplantes, quienes, junto con el resto del equipo de trabajo, brindaron a los pacientes la posibilidad de recuperar su vista de inmediato después de la cirugía.
Los pacientes que recibieron el hígado y los riñones se encuentran en terapia intensiva, ya pasaron las 72 horas de mayor riesgo y muestran buena evolución de su salud; los trasplantados de córnea regresaron a casa con la recuperación de su vista una vez realizada la cirugía.
