Si usted sale habitualmente de su domicilio u oficina y toma su vehículo y éste tiene un funcionamiento extraño, especialmente un ruido diferente en sus emisiones o por el mofle, o simplemente no enciende, tenga cuidado: quizá usted fue víctima de la banda de los “roba catalizadores”.
Desde los años 90, los vehículos utilizan un aditamento que se llama catalizador, está generalmente situado en el mofle, después del motor, a la altura de los asientos del conductor, en referencia con el habitáculo.
El catalizador tiene una función para controlar las emisiones de los vehículos en cuanto a la contaminación.
Es obligatorio que todo automóvil lo tenga desde su fabricación, por lo cual todo aquel que data de 1990 lo utiliza.
La situación que lo vuelve un producto vendible en el mercado de metales usados, es que contiene diferentes minerales, los cuales son costosos; estos no se degradan y por eso se vuelve un artículo sumamente atractivo para los amantes de lo ajeno.
Toma sólo unos minutos llegar con un soplete manual y cortar el pedazo de tubería que mantiene fijo el catalizador al sistema de escape de su vehículo.
Si usted estuviera de acuerdo que se lo quiten le pondrían o sustituirían el espacio del mofle con un tubo, sin embargo, cuando se lo roban dejan abierto el escape, por lo que el vehículo en ocasiones no puede encender, debido a sus sensores.
En ocasiones hace un ruido desagradable, como si el motor se hubiese descompuesto, y lo que es peor es que afecta totalmente el sistema mecánico del vehículo.
Ya se han reportado este tipo de hechos en México, pero no hay ningún detenido.
Algunas cámaras de seguridad de negocios y domicilios han visto cómo hombres llegan, se ponen debajo de los vehículos y roban en cuestión de 2 ó 3 minutos los catalizadores, no se ha podido dar de inmediato con miembros de estas bandas de ladrones.
