En 2017, un joven de apenas 17 años le quitó la vida a su tía, con quien compartía domicilio en la calle Bravo 544, en el centro de Saltillo. Presuntamente, había violencia constante en el hogar. Un día, la mujer arrojó la guitarra del joven, lo que detonó la violencia y lo llevó a cometer el homicidio.
Luego del crimen, el joven, identificado como Pepe Chuy, enterró el cuerpo de su tía debajo de su cama. En aquel momento, afirmó que lo hizo para que su tía estuviera vigilada y no le hiciera daño, a pesar de que ella ya estaba muerta.

Gracias al perdón de su madre, hermana de la víctima, y a un diagnóstico de inimputabilidad, Pepe Chuy recuperó la libertad. Lo preocupante es que ha regresado a la calle Bravo e intentado ingresar a la casa donde cometió el crimen, lo que tiene a los vecinos muy alarmados. Solicitan constantemente la presencia de elementos policiacos, ya que temen que este joven vuelva a caer en la locura y estalle en violencia nuevamente.






