Federico Granell ama el bosque sombr铆o como Walt Whitman amaba el susurro de hojas tiernas. En聽Para iluminar un bosque聽abre la verja sin ruido de entrada y nos ce帽imos a sus paneles como cuerdas onduladas. Hay l谩mparas que salen un momento...
Llegue el buque de l铆nea de 谩guilas derrochadoras a las que les va mejor la vida que a las 谩guilas agarradas. Ruego ante el crucifijo por el amor de mi 谩ngel. El mot铆n-ardor de las 谩guilas que asoman los picos...
El 脕guila Shakespeare influy贸 con puntualidad en otras 谩guilas que deseaban encontrarse en semipenumbra. Se import贸 su vuelo en bosques umbr铆os. Guerras y oleadas de devastaci贸n. 脕guilas que se esconden debajo de un sof谩 ante los disparos dementes. Se forj贸...
He aqu铆 el 谩guila que mira con mucha intensidad. Ni m谩s ni menos clama que est谩 en lo cierto. El 谩guila M铆stica nos llena de nobleza. 脕guila saltando como un temor queriendo una visi贸n. Don 谩guila Sabelotodo nunca se halla...
Nueve.聽Hay unos p谩jaros cantando tras obtener el permiso para irse. El que fui los oye pacientes. Es un lugar 谩rido y desnudo. Lo inocuo es un tema dif铆cil sobre el que escribir. Los adversarios quieren abrir camino contra el viento...
Cuatro.聽El ferrocarril es arrestado con su densa capa de humo. De qu茅 van los libros le铆dos en la estaci贸n de la barbarie. Disfrazados de bur贸cratas los pasajeros, en el Viejo Despertar, sin ma帽ana lluviosa. V铆as cuarteadas. Sentado en la parte...
Uno.聽Cada noche contigo. Solos t煤 y yo en una casa de ladrillo rojo. 驴Existe algo m谩s precioso que tu piel de porcelana? Morimos para el mundo y encontramos la vida eterna yendo hacia la monta帽a -como Mahoma-, cada noche contigo....
Cada obra de Rabanal es una obra mayor y no desmerece. Al frente del abismo se tiene cierta idea clara de lo que se ha dicho. Que llueva siempre, con la mirada fija en la madurez, nos da la informaci贸n...
Hay poetas originales que se dan reglas para ser totalmente libres mientras el d铆a declina. Luis Miguel Rabanal es uno de ellos. Poeta que cabalga todas las noches con gran estr茅pito y con el caballo de la imaginaci贸n nada reventado...