La pluma de Juan Carlos Onetti
La lluvia hab铆a dejado las Ramblas casi vac铆as y solo quedaba gente agrupada en el caf茅 encristalado donde, desde meses atr谩s, no la dejaban entrar. La Sonia, de pie en el portal de la casa vac铆a, vio que la lluvia...
La lluvia hab铆a dejado las Ramblas casi vac铆as y solo quedaba gente agrupada en el caf茅 encristalado donde, desde meses atr谩s, no la dejaban entrar. La Sonia, de pie en el portal de la casa vac铆a, vio que la lluvia...