En la plaza de los Niños Héroes, de la colonia Chapultepec, en Saltillo, hay siempre casa llena: niños jugando, mujeres acudiendo a la iglesia de Santa Cecilia, y un asador con leña para preparar todos los elotes posibles.
Ahí se ubica Don Juan Reséndiz Luna, quien tiene ya 25 años trabajando en la venta de elotes más famosa y típica de toda la capital de Coahuila.
Don Juan nació, creció y trabajó en el ejido El Poleo, en Arteaga, y decidió emigrar para Saltillo a buscar nuevas oportunidades de desarrollo.
Inició su vida laboral en el Centro de Reclusión de la ciudad, en Almacenes Nacionales, vendió cerdos y hasta ropa que traía de Estados Unidos, hasta que finalmente decidió asar elotes, tal y como lo hizo en su juventud en su natal ejido El Poleo.
Menciona Don Juan que inició vendiendo seis piezas de elote diarias en los terrenos en donde hoy están ubicadas los establecimientos comerciales denominados “Las Pulgas”.
El tiempo y el crecimiento de la ciudad lo obligó a irse moviendo hasta quedar en la plaza en donde hoy se encuentra, sitio en donde incluso se tiene pintado su retrato, detalle que ordenó el ex alcalde Isidro López como un reconocimiento a su labor.
El trabajo no lo hace sólo un par de manos: Don Juan es un hombre orgulloso de la unión de la familia que ha formado con su esposa María Elena Martínez Vázquez, con quien tuvo siete hijos.
Cada uno de ellos tiene su linaje, ocupaciones y trabajos propios, aunque siempre tienen tiempo de apoyar el trabajo que da manutención a sus padres día con día.
La amabilidad, el trabajo honrado, la paciencia y la amistad, son valores que la familia Reséndiz Martínez atesora; sus integrantes consideran que es lo único que se ocupa para estar en paz en la vida.
Hoy Don Juan vende más de seis elotes pues, entre bromas, sólo nos compartió que el tonel en donde guarda la mazorca casi siempre se vacía.
En Saltillo todos saben quién es, y conocen la calidad de su producto, y además lo visitan personas del extranjero y del interior del País.
Él dice que sus ventas no son por algún factor en especial, simple y sencillamente lo hace con el corazón.