Durante la semana de festejos por el 444 aniversario de la fundación de Saltillo se dio a conocer que tanto la Casa Purcell, como el Teatro García Carrillo y el Archivo Municipal se convirtieron en patrimonio de la ciudad.
Hubo otro espacio que se quedó en el camino, el Casino de Saltillo, del cual no pudo concretarse la idea de que fuera también patrimonio de la capital de Coahuila.
Ello, ante la negativa de algunos socios quienes, por sus colores de partido político, no simpatizan con la actual administración municipal.
Carlos Orta, socio y parte de la mesa directiva, justificó así está situación asegurando que el Casino sí es un patrimonio, aunque no sea oficial, y que no hay riesgo de que termine en una plaza comercial o zapatería como otros casos que han ocurrido en Saltillo, como lo es la Sociedad Manuel Acuña, el Teatro Palacio y el Casino del Club de Leones, por ejemplo.
En los últimos días trascendió la noticia de que los servicios del Casino de Saltillo ya estaban abiertos a todo público.
Al cuestionarle al respecto, Orta Canales negó que esto sea una señal de problemas financieros internos en el sitio, que no deja de ser un emblema de la ciudad, aunque la “grilla política” se haya infiltrado en su manejo.
