Cáritas de Múzquiz, Coahuila, sufrió robo y vandalismo en sus instalaciones.
Atónitos, sus encargados no podían dar crédito a estos desmanes que el sitio ha registrado.
En el lugar donde se da asistencia al necesitado no ha quedado nada; amantes de lo ajeno se llevaron todo, desde el sistema eléctrico hasta equipo de cocina y de sonido, entre otras cosas de valor mínimo si se compara con la cuantiosa cantidad de daños que los ladrones provocaron.
Esto es pan de todos los días en negocios y domicilios, y ahora ni la iglesia se salva.
“No hay autoridad que haga algo al respecto”, señalan los afectados, “la policía del estado se ve atada de manos desde que la alcaldesa Tania Flores decidió no permitir su intervención con la modalidad de mando único.
“La policía municipal se ve superada por la ola de delincuencia existente, y la Guardia Nacional señala tener limitada su jurisdicción”, comentan.