Londres, Inglaterra. – (Agencias) A medida que aumenta la tensión en las fronteras de Europa del este, la zona siempre ambicionada por occidente desde la Guerra Fría, los países de la Organización de Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los enemigos de la URSS, han prometido envío de fuerzas militares a los países que eran parte de la órbita soviética y hoy se encuentran como aliados de occidente.
Ahora Boris Johnson, quien enfrenta una crisis interna por el “Partygate”, ha ofrecido el envío de fuerzas terrestres, áreas y marítimas para reforzar las fronteras norte y este de los países de la OTAN, lo que profundiza la crisis con Rusia, quien ha movilizado sus tropas a la frontera con Ucrania.
Al mismo tiempo, Johnson ha informado que hablará con Vladímir Putin la siguiente semana y viajará a la Ucrania, a pesar de la intensa presión en casa por el “Partygate”, las serie de fiestas en 10 Downing Street, residencia oficial del primer ministro del Reino Unido, en plena contingencia por la pandemia de coronavirus y la aplicación de medidas que prohibían las reuniones privadas.
Johnson dijo que estos recursos militares adicionales son muestra del compromiso de Gran Bretaña con sus aliados nórdicos y bálticos. Esto se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que enviaría un contingente de tropa para reforzar a los países de Europa del este, aliados de la OTAN, “a corto plazo”.
La decisión tenía como objetivo “enviar un mensaje claro al Kremlin”, dijo Johnson en un comunicado. “No toleraremos su actividad desestabilizadora y siempre estaremos del lado de nuestros aliados de la OTAN frente a la hostilidad rusa”.
Hasta el momento, Gran Bretaña ha enviado dos buques al Mar Negro, el aumento de tropas y suministro de sistemas de cohetes en Estonia, en la frontera con Rusia, así como, el envío de aviones caza para patrullar el espacio aéreo rumano y búlgaro desde su base en Chipre, según informó el Ministerio de Exteriores y del Commonwealth.
Esta semana viajaran funcionarios británicos a Bruselas a ultimar detalles del apoyo militar, mientras Johnson ha pedido a sus ministros de Defensa y Relaciones Exteriores que viajaran a Moscú ´para reunirse con sus homólogos rusos.
El martes que viene, el jefe del Estado Mayor de Defensa, el almirante Sir Tony Radakin, informará sobre la crisis en Ucrania. Mientras que altos funcionarios estadounidenses instaron el viernes a centrarse en la diplomacia, mientras, dijeron, Rusia tiene ahora suficiente fuerzas concentradas para amenazar a toda Ucrania. Mark Milley, el principal general estadounidense, advirtió que una invasión rusa sería «horrible» para ambos bandos y «resultaría en una cantidad significativa de bajas».
Estados Unidos y el Reino Unido, han retirado a las familias de los diplomáticos y personal no esencial de sus embajadas en Kiev, y han aconsejado a sus ciudadanos evitar viajar al país si no es necesario.
También se espera que el Ministerio del Exterior anuncie la posibilidad de sanciones más duras a Rusia el lunes, lo que significa que Reino Unido puede apuntar a los intereses estratégicos y financieros rusos, a pesar de las preocupaciones de Estados Unidos sobre la cantidad de dinero «sucio» de Rusia en Londres.
