Grecia se está preparando para una posible nueva oleada de llegadas de personas refugiadas debido a la crisis de Afganistán a través de la diplomacia con Turquía y el refuerzo de su frontera, y que en los últimos días ha completado la extensión de una valla de 40 kilómetros el cual su objetivo es disuadir e impedir la entrada irregular de solicitantes de asilo y migrantes en el país.
El ministro de Protección Civil, Mijalis Jrisojoidis, y el de Defensa, Nikos Panagiotopulos, realizaron ayer una visita de reconocimiento en la frontera terrestre con Turquía, el cual tiene una barrera hecha de forma natural en el río Evros.
Mijalis mencionó que la situación en Afganistán puede ocasionar diversos flujos migratorios y aseguró que las fronteras griegas permanecerán seguras.
