¡Vaya! Todo parece indicar que por fin estamos despertando.
El presidente Andrés Manuel López Obrador y laSecretaría de Educación de Coahuila han reaccionado a la narco cultura que permea en millones de hogares mexicanos.
La Sedu pidió a los directivos supervisar el tipo de música que va a amenizar las próximas graduaciones.
Mientras tanto, AMLO sugiere no pintar color de rosa el mundo del narcotráfico y las adicciones.
El presidente aseguró que no va a prohibir los“corridos tumbados”, mi pregunta es ¿Por qué no?… Si ha intentado modificar la Constitución Mexicana, ¿Porqué quiere limitarse en hacerle un verdadero bien a la nación?
Claro que no sería nada popular, por supuesto que sería tachado de retrógrado, pero ¡Por Dios! Hay países que ni si quiera discuten el tema de la homosexualidad y sus presidentes no andan flaqueando.
El daño de la música que enaltece a consumidores y narcotraficantes no ha sido calculado, promete poder, control y trascendencia, y los huecos emocionales en quienes consideran esas letras «artísticas» están siendo llenados con falsas promesas.
Éntrele presidente; si pudo poner trabas al estreno en cines de la sátira “¡Viva México!” donde la 4T era criticada, también puede aventar a algún servidor de la nación por delante y frenar a los incitadores de nuevos delincuentes.







