Los platillos tradicionales del mes de septiembre pueden representar un riesgo para la salud de las personas adultas mayores, por ello el Instituto Mexicano del Seguro Social recomienda tomar precauciones para evitar descompensaciones, malestares digestivos y visitas innecesarias al servicio de urgencias.

La nutrióloga especializada en geriatría, adscrita al Hospital General Regional 72 del Estado de México Oriente, Lucía Hernández Amezcua, hizo énfasis en no “guardar hambre” para la noche del festejo, ya que esto puede provocar una ingesta excesiva que afecte al adulto mayor, por lo que recomendó mantener los horarios habituales de alimentación e incluir colaciones si están indicadas, y optar por una cena temprana, ligera y adaptada a sus necesidades, cuidando el tamaño de las porciones , lo cual resulta fundamental para prevenir desequilibrios
Lejos de restringir o excluir, la especialista en Nutrición propuso adaptar los platillos tradicionales a versiones más saludables y accesibles para todos.
Por ejemplo, el pozole puede prepararse con pollo sin piel ni cuerito, y acompañarse con lechuga y rábano para aportar fibra y vitamina C.

“En lugar de tacos dorados fritos, se pueden hornear usando queso panela y aderezos bajos en grasa, como yogurt griego diluido con leche”, recomendó.
Las tostadas también son una excelente opción siempre y cuando sean horneadas y se acompañen con un tinga de pollo o únicamente pollo deshebrado.
Hernández Amezcua sugirió que para quienes tienen dificultad de masticación o usan prótesis dentales, la textura de los alimentos debe facilitar la deglución, por ello, preparar platillos suaves como las enchiladas sin freír y calentando ligeramente la tortilla son ideales para estas fiestas patrias.

Otro de los platillos en su versión saludable, son los chiles en nogada, los cuales se pueden preparar sin capear y con una salsa ligera con yogurt, al igual que los tradicionales elotes con mayonesa y queso, cuya variante podrían ser los esquites con verduras y unas gotas de limón.
Asimismo, recomendó evitar el exceso de picante y grasas, ya que pueden provocar malestares como reflujo, inflamación o estreñimiento.
“En el caso de adultos mayores con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedad renal o cardiopatías, es indispensable respetar las indicaciones médicas ya establecidas, como lo es el apego al tratamiento farmacológico”, señaló la nutrióloga especializada en geriatría.

Respecto a la ingesta de sal, lo ideal es mantener un consumo suficiente para dar sabor, utilizando especias naturales como ajo, orégano y cebolla para realzar el sabor de los alimentos sin dañar la salud.