El subsuelo de la mina El Pinabete colapsó, y tras los trabajos de rescate de los mineros atrapados en el lugar, hoy empieza la consecuencia: las filtraciones de aguas contaminadas al río Sabinas.
A decir de autoridades federales que se encargan de las labores de rescate de los 10 mineros atrapados ahí desde el 3 de agosto de 2022, son más de 2 mil 500 toneladas de tierra las que han sido removidas por maquinaria pesada mediante mecanismos, además de explosiones controladas, y han sido sustraídos millones de metros cúbicos de agua.
Hoy en día, con la presencia de metales en el agua que es sustraída, esta cambió de color, y también el principal suministro del líquido para más de 70 mil familias, el río Sabinas.
Propietarios de granjas y otros productores del campo empiezan a preocuparse, pues las autoridades les notificaron que el agua con la que dan de beber a sus animales no es apta para su consumo.
El agua azufrosa color rojizo es proveniente de los minerales que por años subsisten en el suelo de la mina.
Es óxido, prácticamente veneno para el consumo humano.
La solución es una planta tratadora de aguas, que tiene un costo de 350 millones de pesos, cantidad que se emplea en el posible vano rescate de los cuerpos de los números.
El gobernador del Estado, Miguel Ángel Riquelme Solís, instruyó a las autoridades ambientales realizar una investigación acompañada de una inspección.
Sabinas depende del agua del río que nace desde la sierra del municipio de Melchor Múzquiz, donde habitan 70 personas a quienes en agua se aproxima lentamente.
