Londres, Inglaterra. – (Agencias) A pesar de los esfuerzos por contener la avalancha de demandas para que renuncie como primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson ha recibido un golpe “mortal” de uno de sus más leales apoyadores, quien ha declarado que es “inevitable” que los parlamentarios conservadores los destituyan por el “Partygate”, en referencia a una serie de fiestas en la residencia oficial, el No. 10 de Downing Street, en plena pandemia.
Sir Charles Walker, exvicepresidente del Comité de 1922, nombre asignado al grupo parlamentario del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes, imploró a Johnson, en una entrevista con el medio The Observer, que renunciara por su propia voluntad en nombre del bien de la nación y comparó los sucesos en el partido de los torys (conservador) como una tragedia griega.
“Es una tragedia inevitable”, dijo Walker. “Es un estudioso de la tragedia griega y romana. Va a terminar en que él se vaya, así que solo quiero que tenga algo de influencia en eso”.
El parlamentario tory había anunciado, a principios del mes, que dejaría su escaño en la Cámara de los Comunes. En la entrevista, Walker dijo que, en su opinión, Johnson había hecho bien muchas cosas, como el manejo del lanzamiento de las vacunas, y merecía ser recordado por eso, y no sufrir la indignación de perder una moción a su investidura.
Sin embargo, dijo, las fiestas en el No. 10 durante las medidas contención de la pandemia, que prohibían las reuniones privadas, habían centrado el coraje de un país frustrado en el primer ministro, que solo se pudiera solucionar si el primer ministro se hiciera a un lado. Si no fuera así, “simplemente no va a mejorar”.
El sábado por la noche, Johnson hizo sus movimientos para tratar de apuntalar su equipó del No. 10, que se vio sacudido por las renuncias la semana pasada de cinco de sus ayudantes claves. Nombró a Steve Barclay, canciller del ducado de Lancaster, como su jefe de gabinete; y a Guto Harri, que trabajó para Jonhson cuando fue alcalde de Londres, como el director de comunicación.
El nombramiento de un parlamentario como jefe de gabinete es inusual, lo que sugiere que Johnson enfrentó problemas para contratar a alguien externo para el puesto, en un momento en que muchos en el Palacio de Whitehall (centro del gobierno) dudan que dure más en el puesto.
Lo mismo sucede con el nombramiento de Harri, quien había criticado duramente a Johnson en los últimos años, incluso en 2018, cuando dijo que el nombramiento de Johnson sería “enormemente divisionista” como primer ministro.
La líder adjunta del opositor Partido Laborista, Angela Rayner, dijo: “Boris Johnson está entrando en pánico mientras reorganiza frenéticamente las tumbonas (sillas de reposo en las albercas). El primer ministro claramente se ha quedado sin personas serias dispuestas a servir bajo su liderazgo caótico e incompetente, por lo que ahora espera que un ministro del gabinete sea su jefe de gabinete”.
Walker no envió la carta de censura a Johnson. Sin embargo, los parlamentarios conservadores que han enviado su carta de censura para la destitución de Johnson, hacen cuentas sobre cuantos faltan para lograr las 54 cartas de censura enviadas al presidente del Comité de 1922, Sir Graham Brady, requeridas para destituir al primer ministro. De acuerdo con el grupo, hacen falta entre “10 o 20” diputados para lograrlo.
De acuerdo con The Observer, es probable que varios parlamentarios que aún no se han manifestado públicamente envíen las cartas esta semana, antes del receso de 10 días que inicia el próximo jueves. “El receso sería un momento para que el primer ministro se fortaleciera, por lo que habrá un incentivo para obtener los nombres antes de eso”, dijo una fuente tory.
Stephen Hammond, parlamentario conservador de Wimbledon y exministro, dijo que estaría “considerando, muy seriamente”, si toda vía tiene confianza en el primer ministro y, agregó, que “ciertamente parece” el principio del fin de Boris Johnson.
De acuerdo con el procedimiento, una vez que Brady reciba las 54 cartas de censura, consultaría al primer ministro la fecha para someterse al voto de confianza entre todos los parlamentarios conservadores. Si Johnson no logra la mayoría de los votos, deberá renunciar.
El ambiente que rodea a Johnson se ha vuelto aún más en contra, después de que respondiera a la crítica de Sir Keir Starmer, el lunes en la Cámara de los Comunes, atacándolo, sin prueba alguna, de no hacer nada contra el pederasta Jimmy Savile, cuando fue director de Acusaciones Publicas (un especie de ministerio público). El ataque infundado de Johnson provocó la renuncia de Munira Mirza, asesora de Johnson y jefa de política del No. 10, quien exigió a Johnson que se disculpara, cosa que no hizo.
Investigaciones realizadas por The Observer, muestran que las afirmaciones infundadas sobre Starmer estaban siendo promovidas, antes de que Johnson las ventilara, por grupos de extrema derecha, incluida la rama británica de Proud Boys, una violenta organización nacionalista blanca etiquetada como entidad terrorista.
