Ojo de agua o agua de ojo…podemos observar entre maestros y funcionarios públicos que esta semana le dijeron adiós al Secretario de Educación en Coahuila Higinio González Calderón, quién murió luego de luchar contra el covid 19 al que logró vencer, pero lo dejó muy afectado lo que lo llevó a perder la vida, pero a su despedida se le recuerda su aportación a la educación, conducta terca y firme sin olvidar su grito de guerra al Covid 19 a quien le dijo el Virus se queda fuera de la escuela.
El doctor Higinio era rebelde y sostenía sus ideas, osea, era terco por eso dicen quienes lo conocen que se aferró a la vida, aunque finalmente nos dejó.
Yo recuerdo salía con cada respuesta que más de una vez lo puso en el ojo del huracán pero así era él y por eso permaneció en los diferentes puestos claves como rector de UANE, líder de los diputados locales y la misma Secretaría de Educación donde igual les contestaba como el quería tanto a representantes de medios de comunicación, adversarios políticos y líderes de organizaciones que buscaban presionarlo.
Un día recuerdo yo que lo cuestione por un problema de ratas en una primaria de Saltillo y con una calma me contestó: «Ya se pusieron a chambear los papás o que quieres? que yo vaya a matarlas con mis manos». No fue de mi agrado, pero así contestó. En una de las últimas entrevistas a una compañera le dijo lo siguiente sobre el tema de contagios covid en instituciones educativas:
«Claro que hay contagiados y van a seguir habiendo, estamos en pandemia aún, pero si no se cuidan van a seguir contagiándose, además los maestros se contagian en fiestas, no en las clases». Así de directo y simple era Higinio.
Y como olvidar el día que a José Luis López, líder de la UNTA buscaba presionarlo diciéndole por qué no construía las aulas en las escuelas donde había compromiso de levantar unos salones y en su lugar solo llevaron a aulas móviles López Cepeda le dijo » o cumplen o te llevo las aulas móviles al patio central de palacio de gobierno» y la respuesta simple de Higinio fue «llevalas, yo ni despacho ahí». Jajajaja, así era Higinio, pero ex alumnos y maestros lo recuerdan con cariño y con estas anécdotas hoy en ojo de agua le decimos adiós y que en paz descanse…