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No ayudan escasas e intermitentes lluvias a combatir incendios forestales

Hablando de incendios forestales, según expertos, lluvias intermitentes como las que se han estado presentando en la región Sureste de Coahuila no ayudan a extinguir el frente de combustión latente que se encuentra en las capas más superficiales, y las bajas temperaturas ralentizan la velocidad de propagación del incendio.

Al cebarse de nuevo y tan rápido el ambiente árido de las serranías afectadas actualmente, el material flamante se sobre oxigena y da vida de inmediato a llamaradas más potentes. 

A decir específicamente de la situación climatológica en la región Sureste, no se espera que las lluvias que pudieran presentarse terminen con los incendios que se registran en la zona.

Sin embargo, puede utilizarse la precipitación pluvial como una ventaja al momento en que se está propagando el territorio incendiado en llamas, ya que permite sofocar por completo el material aún encendido, y disminuir la potencia de las llamaradas para que los brigadistas puedan trabajar.

Otra situación en contra que se presenta con las lloviznas aisladas, es que el área se sobre oxigena y se llena de vapor, el cual es altamente conducente de calor, ya que son pequeñas partículas de agua evaporadas que no logran subir hasta la atmósfera las que se quedan atrapadas en las partículas de la misma ceniza, por efecto de la condensación, señalan expertos.

La condensación que provocan las lluvias aisladas genera vapor de agua, que es difícil de soportar debido a la falta de temperatura, además de que la visión es prácticamente nula cuando este fenómeno se presenta,según los brigadistas que han vivido esta experiencia.