Moncton, Canadá. – (Agencias) De acuerdo con The Washington Post, durante años el neurólogo Alier Marrero de Moncton, New Brunswick, en Canadá, ha visto pacientes con síntomas comunes a la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Esta enfermedad es un trastorno cerebral que conduce a la muerte y afecta a 1 en un millón al año.
Sin embargo, el Dr. Marrero se encuentra perplejo. Las pruebas de diagnóstico de la rara enfermedad neurodegenerativa efectuadas han salido negativas.
Lo extraño del caso, es que cada año se presentan más casos con síntomas relacionados con está enfermedad, sin que Marrero encuentre la causa.
El año pasado, las autoridades de salud de Canadá identificaron los casos como un grupo que merecía una investigación adicional.
Marrero e investigadores de Canadá y de todo el mundo están desentrañando las causas del trastorno cerebral que afecta a 48 personas, seis de las cuales fallecieron, en Moncton y la península de Acadian de New Brunswick.
El grupo de afectados, llamados ahora el Clúster de New Brunswick de Síndrome Neurológico de Causa Desconocida, hasta el momento se encuentran entre los 18 y los 85 años.
Los casos comenzaron a aparecer a partir de 2018, aunque el año pasado se identificó un caso de 2015.
«El sufrimiento es inmenso… porque está más allá de lo físico», dijo Marrero, quien trabaja en el Hospital Central de Moncton Dr. Georges L. Dumont. «También está el sufrimiento neuropsiquiátrico y moral de los pacientes que sólo es parcialmente aliviado por los medicamentos”.
En junio pasado, una mujer de 75 años, que por lo demás sana, llegó al servicio de emergencias de Dumont.
Durante meses había experimentado una pérdida de peso inexplicable y como “una sensación temblorosa” dentro de su cuerpo”, de acuerdo con la descripción de su hija. Sus piernas le pesaban y un brazo temblaba involuntariamente.
De acuerdo con su hija, es uno de los casos bajo investigación como parte del clúster de New Brunswick.
«Mi madre se va a la cama por la noche y se pregunta: ‘¿Me voy a despertar mañana, y si me despierto mañana, voy a poder caminar o hablar?'», dijo. «Porque no hay respuestas. Nadie sabe nada. No hay razonamiento. No hay nada”.
De acuerdo con Marrero, los pacientes experimentan un arcoíris de síntomas. Comenzando con ansiedad atípica generalmente, depresión y dolores musculares o espasmos.
Desarrollan trastornos de sueño, incluyendo un grave insomnio que solo pueden dormir unas pocas noches a la semana o de plano ninguna, incluso con medicamentos. Sus cerebros se encuentran atrofiados.
Muchos experimentan visión borrosa, problemas de memoria, casqueo de dientes, pérdida de cabello y problemas de equilibrio.
Algunos, incluidos en los cuidados paliativos que administran drogas fuertes, sufren de sacudidas incontrolables. Otros pierden peso, rápida e inexplicable, y atrofia muscular.
Otro sufren alucinaciones, incluyendo lo que Marrero describe como “sueños alucinantes aterradores” que los deja con miedo de irse a dormir, y alucinaciones táctiles, que sienten como si los insectos estuvieran recorriendo su cuerpo.
Pero algunos sufren un síntoma devastador para sus familiares: la ilusión de Capgras. Un síntoma que te hace creer que tus familiares han sido sustituidos por impostores.
«La rapidez en la gama de características es algo que no he visto antes», dijo Michael Strong, el neurólogo que dirige los Institutos Canadienses de Investigación de la Salud.
El sistema de vigilancia de la enfermedad Creutzfeldt-Jakob (CJD por sus singlas en inglés) de la Agencia Federal de Salud Pública, que monitorea la enfermedad, y otros trastornos priónicos, detectó al grupo.
Los trastornos priónicos ocurren cuando los priones, las proteínas mal procesadas, se acumulan y hacen que las proteínas normales del cerebro se multipliquen erróneamente.
Según The Washington Post, bajo un microscopio, los cerebros de personas y animales con trastornos priones se asemejan a esponjas con pequeños agujeros.
