Ha ganado concursos de belleza, llegó a modelar para reconocidas marcas, e incluso participó en algunas pasarelas de moda, pero Hamant Montia tuvo un despertar y se dió cuenta que el estilo de vida que tenía solamente la mantenía alejada de sus raíces, es por ello que decidió hacer sus maletas y regresó a su natal tierra para estar cerca de su familia.
La joven comenzó su carrera de modelaje muy joven, pero al poco tiempo dio un salto grande en diversos concursos de belleza. En el 2016 se ganó el título de Miss Ghana y un año después, concurso en el Miss Universe Africa.
Tras dar un salto a una gran vida, llena de oportunidades, trabajo y dinero, la separación con su esposo y padre de sus dos hijos, hizo meditar y tomar fuerte decisión de que no se encontraba en el lugar correcto, por lo que decidió regresar a lo sencillo , por lo que empacó sus cosas, se llevó a sus hijas y volvió a sus raíces, a la aldea en Ghana.
Montia se comenzó a identificar y a sentirse muy inspirada por la labor que su aldea realizaba con la manteca de karité, un producto de la zona el cual cuenta con múltiples beneficios para el bienestar. Esa fue la forma como comenzó a aprender el oficio de crear esta crema milagrosa artesanal y así convertirla en el ingrediente principal de su nuevo negocio.
