Opinión

Mi secretaria ‘florero’

Olga Sánchez Cordero, pasó a la historia, primero; por ser la primera mujer secretaria de Gobernación y segundo; por ser pésima en su papel. ¿Pero qué se podía esperar de una administración cantinflesca?

Luego de salir del encuentro de Gobernadores, Diputadas Federales y Locales, Presidentas Municipales y Alcaldesas 2021, Sánchez Cordero fue llamada en Palacio Nacional junto con el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, fiel seguidor de López Obrador.

En un vídeo que subió López Obrador en redes sociales, ya saben por aquello de la transparencia y su muy arraigado deseo por aparecer en todos lados; informó el sorpresivo enroque en su administración.

La miradita de doña Olga lo dijo todo señores.

Pareciera que, o López Obrador no está contento con doña Olga o, de plano, doña Olga no está contenta con López Obrador.

La miradita de Olga Sánchez Cordero saltaba a la vista en el vídeo de 5:27 minutos, algo que a todas luces incómoda, pero al final Sánchez Cordero se siente ‘como pez en el agua’ volviendo al Senado.

No es un secreto, que ‘Olguita’ no se llevaba nada bien con los demás gobernadores, incluso acusó que existía “misoginia en el gabinete”.

¡Pero pues su buen rato duró! La mitad del sexenio de López Obrador ¡es bastante! Eso sí, los rumores de su renuncia se dieron en menos de un año, sin saber que en ésta vuelta ya estaba lista su cartita.

Fue evidente que, para el presi, Sánchez Cordero no era de sus más fieles allegados. Eso sí, doña ‘Olguita’ en estos momentos del lopezobradorismo le conviene tenerla en el Senado que sentada en la Segob.

¡Si ya sabe cómo es el presidente, que si anda echando flores es porque cargos promete y fichas mueve!

Sánchez Cordero salió hacia el Senado y Adán Augusto como el nuevo secretario de Gobernación. 

¡Ay ay ay! ¡En esta administración todo es circo, maroma y teatro señores!

Y es que la alta promesa de tener un rol activo, combatir actos de corrupción, reducir la capacidad de operación de grupos delictivos, reducir el número de víctimas de trata, hablar con familiares de víctimas, defender la igualdad de género y los derechos humanos, se quedó en pura promesa.