En este día de la Semana Santa, después de que Jesús regresa a Jerusalén, tuvo mucha actividad en su ministerio, trabajó intensamente durante todo el día, por un lado enseñando su doctrina y clarificándola con ejemplos sencillo y de la vida cotidiana como era su costumbre; por otro lado, hablando al pueblo con parábolas buscando siempre mostrar el rostro del Padre, Dios, y dejando enseñanzas básicas para edificar el Reino.
Como era de esperarse, a los sumos sacerdotes no les parecían ni mucho menos les convenían las enseñanzas de Jesús, por eso este día es llamado “Martes de Controversia”, ya que el Señor Jesús mantiene fuertes enfrentamientos con los principales líderes religiosos de su tiempo. Ya que tanto los sacerdotes como los ancianos, quienes eran los estudiosos de la ley, cuestionaban la firmeza y autoridad que Jesús mostraba al predicar, así como su facilidad para realizar milagros. Este día Jesús es cuestionado sobre si es lícito pagar tributo al Cesar (Mt 22,17), a lo que Jesús responde: “Hipócritas, ¿de quién es la imagen y la inscripción de la moneda (Denario) del tributo? a lo que los fariseos responden: “Del Cesar”, entonces Jesús les dijo: “pues lo del César devuélvanselo al César, y lo de Dios a Dios”.
Hermanos, al final del día, seguimos viendo a un Jesús justo y hábil para no caer en las trampas y provocaciones de los fariseos, sin embargo, es en este día por la tarde cuando los pontífices toman la decisión de atraparlo y darle muerte.