Washington, D.C. – (Agencias) El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sufrió un pequeño percance mientras subía al Air Force One. Las imágenes del incidente se hicieron virales y acumularon millones de reproducciones.

Los vídeos, captados en la base aérea Andrews, revelan cómo el mandatario estadounidense tropieza con uno de los escalones y pierde el equilibrio.
Luego, tropieza otras dos veces y cae sobre las escaleras. Segundos después, finalmente logra ponerse de pie, se palpa las rodillas y entra en la aeronave.

Biden, de 78 años, es el presidente más longevo de la historia de Estados Unidos, motivo por el que el percance alimenta aún más las especulaciones acerca de la salud del demócrata y su aptitud para el cargo.
¿Un problema cognoscitivo?
El 19 de marzo se refirió a la vicepresidenta Kamala Harris como «presidenta». Y no fue la primera vez que Biden cometió este tipo de lapsus: en diciembre de 2020, también la llamó la «presidenta electa».
El pasado 8 de marzo, cuando Biden anunciaba el nombramiento de dos nuevas mujeres generales, se le olvidó el nombre de su secretario de Defensa, Lloyd Austin, así como el nombre del edificio donde trabaja Austin: el Pentágono.
«Y quiero agradecer al sec… al… al… eh, al exgeneral. Sigo llamándole general, pero mi…, mi… al chico que dirige ese equipo allí». Poco antes había mencionado sin problemas al secretario Austin mientras parecía leer en un teleprompter.

Poco o nada ayuda a fomentar la idea del problema cognitivo el hecho de que Biden no haya concurrido todavía a una conferencia de prensa formal.
De momento, el presidente número 46 ya ha batido el récord. Está a punto de cumplir dos meses en el puesto y todavía no lo ha hecho.
Sus predecesores no se han hecho de rogar tanto. Donald Trump debutó ante los periodistas a los 27 días de haber jurado. Obama tardó 20 días. Y Reagan y Clinton, sólo siete.

El prestigioso periódico The Washington Post, que respaldó la candidatura demócrata de Biden, le instó el pasado 7 de marzo a dar un paso adelante y enfrentarse a los retos de una conferencia de prensa.
«Los estadounidenses tienen todo el derecho a esperar que se someta regularmente a interrogatorios sustanciales», escribió el rotativo capitalino en un artículo editorial.