En su mensaje semanal dirigido a la comunidad, Hilario González García, obispo de la Diócesis de Saltillo, señaló que “somos discípulos de Jesús y de Él aprendemos a hablar con sinceridad y actuar con rectitud”, y llamó a ser congruentes con las enseñanzas de Cristo.
“Las enseñanzas de Jesús las guardamos en nuestro corazón, así nuestra boca hablará con la sabiduría que procede de Él”, expresó este 27 de febrero.
“Seguimos a Jesús con el deseo de escuchar sus palabras y observar sus obras. Él es el Buen Maestro que nos ayuda a no caminar a ciegas en la vida. Su sabiduría divina nos hace comprender mejor el misterio de nuestra existencia y nos anima a relacionarnos mejor con los demás”, añadió.
“Nuestro corazón se llena de las enseñanzas de Cristo y así nos asemejamos a Él”, expuso el sacerdote.
“Una enseñanza importante que captamos en el Evangelio de Lucas es el de la sinceridad en nuestros juicios y la coherencia en nuestras acciones.
“Quien sigue a Jesús se deja confrontar por el Señor antes de confrontar a los demás. La claridad y rectitud en nuestros juicios brotan de nuestra purificación de criterios ante Jesús. El Señor nos invita a tener una mirada limpia de hipocresías antes de corregir al hermano”, señaló.
Comentó que, si somos congruentes con las enseñanzas de Cristo, seremos como un árbol bueno que da frutos buenos.
“Pues la savia que nos alimenta es el mismo Señor. El buen discípulo de Jesús dice cosas buenas y hace cosas buenas, a la manera de su Maestro, porque Él habita en su corazón.
“Pablo nos exhorta a estar firmes y constantes en nuestro seguimiento de Cristo, trabajando siempre en su obra, para bien de todos”, dijo, “seamos fieles a las enseñanzas de Jesús, que nuestras palabras y acciones hablen bien de nuestra vocación cristiana”.
