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Llama IMSS a padres de menores oncológicos a conocer guía de apoyo para enfrentar desafíos de la enfermedad

El Instituto Mexicano del Seguro Social, a través de la Coordinación de Atención Oncológica, llamó a los padres de pacientes pediátricos oncológicos a conocer la guía de apoyo para enfrentar los desafíos que surgen cuando un menor es diagnosticado con cáncer, a fin de generar con el personal de salud un espacio abierto, franco y propositivo que permita tener las mejores oportunidades de sobrevida. 

El coordinador de Atención Oncológica, Enrique López Aguilar, subrayó que el cáncer es una enfermedad que afecta al individuo, la familia y a la comunidad, por ello es necesario que los padres o tutores del menor formen lazos con el equipo de salud del Instituto y que conozcan la guía para madres y padres de niñas y niños con cáncer del IMSS. 

En sesión virtual, explicó que el cáncer es una enfermedad en la que algunas células se multiplican sin control y se disemina a otras partes del cuerpo, donde los tipos de tratamiento van desde quimioterapias, cirugías, radioterapias, siempre bajo la circunstancia del diagnóstico y tratamiento asignado por el personal médico del IMSS. 

Señaló que, tras la confirmación de cáncer infantil, los padres deberán ayudar a su hijo a prepararse para los procedimientos, para ello es fundamental explicarles qué es lo que le van a realizar, cómo se llama y cuál es su propósito, quién estará con él, qué puede sentir y dejarlos expresar sus emociones. 

El oncólogo del Seguro Social refirió que, tras el diagnóstico y tratamiento, existen cambios y reajustes de roles por parte de los integrantes de la familia, así como la rutina, debido a que se debe acudir a visitas y tratamientos. 

Recomendó buscar una red de apoyo familiar, explicar citas, internamientos entre otros e involucrar a hermanas o hermanos del menor para que apoyen, desde sus capacidades, en el seguimiento del tratamiento del paciente pediátrico oncológico. 

Enrique López dijo que el niño o adolescente con cáncer debe llevar un protocolo adecuado en su higiene personal a través de un baño diario, lavado adecuado de manos, tener las uñas cortas y limpias, evitar comer en la calle, mantener la limpieza de los trastes de la cocina, tener ventilada la habitación del menor, reducir el contacto con personas enfermas y lavarse los dientes. 

“Se debe incluir al paciente pediátrico en el autocuidado y adherencia al tratamiento, ya que puede ser un proceso largo, donde los efectos secundarios pueden ser molestos; sin embargo, es importante que continúen para tratar la enfermedad y evitar complicaciones”, abundó.