La buena noticia es que ya recuperó su dinero, la mala es que su padre murió, y queda la duda si el retraso en conseguir el medicamento pudo haber hecho la diferencia.
Días atrás le informamos en 7 DE JUNIO DIGITAL de la historia de Éric Briones, joven avecindado en el municipio de Ramos Arizpe, Coahuila, que “pasó” su tarjeta de débito para pagar 10 mil 500 pesos en la adquisición de medicamento en una farmacia de Saltillo, ubicada en el bulevar Venustiano Carranza.
En el sitio no le reconocieron el pago y por lo tanto no le dieron los medicamentos; más tarde el pago se reflejó y pasaron días para que pudiera recuperar su dinero.
Éric platica que durante días lo hacían firmar documentos y él estaba necesitado del dinero.
Lo peor fue que su padre murió, pero luego de enterrarlo fue a la farmacia y exigió la devolución de su dinero en efectivo y la respuesta era la misma, que tenía que esperar.
Finalmente amenazó con llevarse una planta de luz o encadenarse a la puerta, y hasta la Policía Municipal de Satillo llegó para controlar la situación.
Finalmente le dieron el dinero y, aunque perdió a su padre, dijo que espera que a más personas no les ocurra lo que le pasó a él.
