Con el nombramiento de Manolo Jiménez como próximo secretario de Desarrollo Social de Coahuila se confirmó la ruta hacia la candidatura por la gubernatura de nuestro estado.
Sabemos que era un secreto a voces, pero también es un hecho que se manejaban un par de nombres más. El apapacho con el que es tratado el aún alcalde de Saltillo, dejó varios muebles raspados.
Más de uno tendrá que diciplinarse y aceptar los tiempos y decisiones. Por ejemplo, Jericó Abramo.Quería Saltillo y le dijeron no, quería Coahuila y de nuevo recibió un no.
Cuenta la leyenda que el diputado federal no descarta la posibilidad de cerrarle el ojo a otro partido, pues con el suyo intentó ser buen chico y nada mas no le funcionó.
¿DIOS SI VE A LOS INDOCUMENTADOS?
Durante 2021 el tema de los indocumentados fue uno de los pendientes más delicados para para las autoridades, por lo que AZTLÁN no quita el dedo del renglón sobre la urgencia de no normalizar todo lo relacionado con la migración.
Conforme los meses pasan, el fenómeno crece y la capacidad de resolverlo disminuye.
Apenas hace un par de días, 55 migrantes murieron y decenas más resultaron heridos tras la volcadura de un camión que los trasladaba de manera ilegal por el estado de Chiapas.
El horror que se vivió ese día no se parece a nada que hayamos visto. Los reporteros que cubrieron la nota no podían narrar ante las cámaras sin romper en llanto. No fue falta de profesionalismo; se llama humanidad, solidaridad e impotencia.
Ninguno de los muertos tenía más de 45 años, todos tenían edad productiva y estaban buscando la manera de ofrecer a sus familias calidad de vida.
¿Pero, nosotros qué podemos entender de esa imperante necesidad? Somos afortunados y desconocemos qué se siente vivir en pobreza extrema.
Ahora comienza el peregrinaje de madres y esposas que han llegado a México en busca de un cuerpo, o de lo que quedo de él.
Un cuerpo que buscan repatriar al país que nada les brindó y que los escupió fuera de sus fronteras para encontrar la dignidad del buen vivir.
