Temas de protección al medio ambiente, como el impacto ecológico de incendios en la mancha urbana de Saltillo, no son posibles de conocer por el alto burocratismo que se maneja al interior de la Procuraduría de Protección al Medio ambiente.
La instancia federal imposibilita a los medios de comunicación con un largo y tedioso protocolo cuando pretenden conocer de los temas del medio ambiente.

La Profepa canaliza a la prensa a sus oficinas centrales; los reporteros que buscan información de la dependencia tienen que atravesar tediosos protocolos para lograr una entrevista con el encargado del despacho en Coahuila.
Al momento de buscar la entrevista, personal del organismo niega la información bajo el argumento de que se requiere autorización de las oficinas ubicadas en Ciudad de México; se proporciona un número de teléfono con extensión al área de Comunicación Social federal, y allá, en el centro del País,autorizan o niegan los cuestionamientos de información que surgen en lo local.

La dependencia del orden nacional carece de un titular; hoy en día un encargado del despacho atiende los temas de medioambiente que surgen en Coahuila.






