Sin organización. Así es como ciudadanos describen el primer día de vacunación COVID a personas de 50 a 59 años de edad en Saltillo.
Este 17 de mayo, al Centro de Convenciones de Canacintra un gran número de saltillenses se dio cita porque su apellido paterno iniciaba de la letra A a la F.
Sin embargo, se encontraron con caos, horas bajo el sol y sin que nadie les brindará agua o sombra.
Lo único que escuchaban de los servidores de la nación era «traigan su registro en mano, si no, no entran”.
Los colaboradores quisieron ocultar las largas filas en las naves industriales que están a un costado, pero las imágenes hablan más que mil palabras; la mayor decepción fue cuando les dijeron que se acabaron las vacunas.
No recibían ayuda de los “servidores de la nación”, y Reyes Flores Hurtado, delegado en Coahuila para los programas Bienestar del gobierno Federal, ni las narices asomó.

Quienes hacían fila reclamaban la falta de organización y cuestionaron el por qué no coordinarse con las autoridades municipales, a fin de una mejor atención, ya que la Federación, por segunda ocasión, ha demostrado que sola, no puede con el paquete.