La historia de Don Manuel Hernández de 99 años, ha conmocionado los últimos días en las redes sociales.
El ancianito es un ex-maquinista que dedicó su vida a los Ferrocarriles Nacionales de México por 60 años, y al saber sobre el paso de «La Empress 2816», por México, como única exhibición, no desaprovechó para pedir a su nieto un último deseo, pues compartió que presiente su muerte.

Don Manuel pidió que le ayudaran a acercarse a las vías del tren en San Luis Potosí, para despedirse de la locomotora. Así fue que el reconocido maquinista, portando con honor su nuevamente gorra de gala y pañuelo, que formaban parte de su uniforme, pudieron sus ojos apreciar entre lágrimas una vez más una imponente máquina de vapor.
La nostalgia del paso de «La Emperatriz» lleva a Don Manuel a recordar que durante años sus manos guiaron locomotoras que atravesaron cientos de paisajes y estaciones llenas de historias al recorrer las vías de tantos lugares que guarda en su memoria y corazón.
Con una gran sonrisa y un nudo en la garganta, Don Manuel Hernández dijo poder morir en paz, ya que cumplió su deseo de ver por última vez la locomotora de 1930, «La Empress 2816» de Canadian Pacífic.
Se agradece y reconoce la conmovida despedida que deja huella, del gran maquinista que dedicó su vida a los gigantes de acero.






