Holguín es una ciudad del este de Cuba. También es el lugar en donde nació Aimeé Tamayo Ávila, una reconocida artista que, por motivos familiares, se vio obligada a migrar a la capital de Coahuila, Saltillo.
Tiene una destacada formación como cantante. Desde los 10 años de edad comenzó a prepararse.
Para los 17 años se había graduado como directora Coral del Conservatorio de Música de Cuba, y a los 24 había logrado graduarse en Canto Lírico en la Universidad de las Artes.

Perfectamente pudo combinar su carrera como artista con su vida personal, su matrimonio y la maternidad, pues eso es relativamente sencillo cuando se está rodeada del apoyo familiar.
Sorpresivamente, su esposo, Maiquel Rubiel Rodríguez, debió viajar a Saltillo debido a una oferta laboral: integrarse a la Orquesta Filarmónica del Desierto.
La decisión no fue fácil para Aimé, pues debió dejar su país de origen, su familia e incluso su carrera artística en Cuba.

«Fue bastante difícil el cambio; extraño a mi familia y el mar de mi amada Cuba», confiesa.
Afortunadamente hoy en día, Saltillo le ha brindado la oportunidad de retomar su pasión y nuevamente ejerce como maestro de música, además de tener proyectos importantes en puerta, como el dueto que está preparando con su esposo con el objetivo de impulsar su carrera como solista.
“En Saltillo me han tratado de maravilla y con respeto, vea con admiración cómo la cultura y las artes van en ascenso”, señala.

«En Saltillo hoy los conciertos tienen mayor asistencia y los festivales más aceptación, eso no se veía hace siete años», concluyó.