En distintas sedes de Coahuila, cerca de 500 trabajadores de Correos de México realizan una protesta pacífica conocida como “huelga silenciosa”. Con esta medida, los empleados buscan llamar la atención de las autoridades federales para obtener aumentos salariales, prestaciones justas y espacios laborales adecuados. A pesar del movimiento, el servicio postal y de paquetería continúa funcionando al cien por ciento, sin afectar a los usuarios.
Los inconformes denuncian que las oficinas donde trabajan presentan un notable deterioro y que las herramientas necesarias para desempeñar su labor, como bicicletas y motocicletas, deben ser reparadas con sus propios recursos. También aseguran que los uniformes se entregan en tallas equivocadas y que no se les permite realizar cambios, lo que refleja la falta de apoyo institucional hacia el personal operativo.
Después de seis años de solicitar sin resultados una mejora en sus salarios, los empleados decidieron organizarse a nivel nacional. En ciudades como Saltillo y Ramos Arizpe, los trabajadores insisten en que su manifestación busca únicamente ser escuchados, sin interrumpir las actividades diarias que permiten mantener en marcha el servicio postal en beneficio de la ciudadanía.
