París, Francia. – (Agencias) Las elecciones en Francia se acercan y la lucha se cierra entre el actual presidente Emmanuel Macron y la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, mientras los franceses miran horrorizados las escenas de las ciudades devastadas de Ucrania por el ejército ruso.
Al es el caso de Margarit Mondabric, una jubilada que mira horrorizada desde la ciudad de Béziers, en el sur del país. “Desafortunadamente, no tengo un apartamento lo suficientemente grande, de lo contrario los recibiría a todos con todo mi corazón”, dijo.
Sin embargo, cuando ella y su pareja acidan a las urnas para la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia el domingo, botarán por un candidato que es uno de los acérrimos defensores del presidente de Rusia, Vladímir Putin, en Europa y que durante años ha hecho campaña contra los refugiados: Marine Le Pen, la líder de la extrema derecha.
Tanto Mondabric como su socio Sylvian Vern, de pie en la plaza del mercado de Béziers, desecharon la alianza de Le Pen con Putin, y descartaron la necesidad de un nuevo planteamiento más amplio de la inmigración. “Tenemos que ayudar a los franceses, antes de ayudar a otros”, dijo Vern, que tiene 60 años. La pareja dijo que su rechazo por Macron es tan profundo que considerarían mudarse al extranjero, tal ve a “una isla”, si el presidente gana n segundo mandato.
De acuerdo con The Washington Post, la guerra de Ucrania ocupa sin lugar a duda un lugar preponderante en estas elecciones presidenciales. Elevó el perfil de Macron como un líder mundial, al mismo tiempo creó una situación inusual donde el presidente apenas ha hecho campaña. El anuncio de su candidatura no fue a través de un altísimo discurso sino en una carta escrita. Apenas el sábado pasado organizó su primer gran mitin, una semana antes de las elecciones.
El impacto de la guerra en la opinión pública ha hecho difícil a los candidatos de extrema derecha explicar sus mensajes sobre Rusia y los inmigrantes, con Le Pen enfrentando duros cuestionamientos sobre sus pasados vínculos con Putin y Éric Zemmour teniendo que explicar por qupe soño alguna vez con un Putin francés.
Otra preocupación pública que enfrenta los franceses por la guerra es el costo de la energía, un problema muy candente en el país. Sin embargo, la invasión de Putin a Ucrania no ha cambiado fundamentalmente a las corrientes claves en la elección como se esperaba. Macron sigue siendo el favorito, incluso podría tener un margen mayor en la primera vuelta. Pero la extrema derecha se encuentra en su mejor momento histórico, incluso unas encuestas sugieren una segunda vuelta reñida entre Le Pen y Macron.
Mientras esto sucede, la izquierda francesa se encuentra dividida. El candidato de la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon se encuentra en el tercer lugar según las encuestas. Sin embargo, sus propuestas son demasiado extremas para muchos votantes de izquierda.
De acuerdo con la última encuesta de Ifop, Macron tiene el 27.5% de las preferencias en la primera vuelta, Le Pen tiene el 22% y Mélenchon tiene el 15.5%. Si la segunda vuelta fuera, previstas para el 24 de abril, fuera ahora, Macron ganaría con el 53% de los votos según la encuesta.
“Lo que está sucediendo es que la izquierda y la derecha moderadas están desapareciendo”, dijo Pierre Mathiot, director de Sciences Po Lille, citando los intentos fallidos de los partidos establecidos de centroderecha y centroizquierda de Francia para resucitar, después de las humillantes derrotas ante Macron. en 2017.
“Macron está en proceso de aplastar el centro de la política, pero cuanto más lo aplasta, más espacio les da a las alas radicales”, dijo Mathiot. “Estoy un poco preocupado por la política francesa”.
De acuerdo con las predicciones de algunos investigadores, el abstencionismo puede alcanzar un nivel récord, según las encuestas, y las protestas callejeras similares a las manifestaciones de los “chalecos amarillos” podrían regresar poco después de la votación.
