Esta semana, amenazas y protestas han sido “la miga” del conflicto por el desabasto y aumento del precio del gas.
Luego de que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) interpusiera los topes de precios al gas doméstico de tal manera que el cilindro de gas LP de 20 kilogramos se comercializa en 430.40 pesos, cuando había alcanzado los 550 pesos.
En consecuencia, esta semana el Valle de México amaneció con la noticia de que quienes llevan el gas a los hogares no están saliendo a vender.
De acuerdo con las autoridades, el objetivo de la regulación proponía la protección de los usuarios finales al mitigar los incrementos de precios, propiciar un suministro eficiente a costos asequibles, reflejar en los precios las condiciones del mercado y la obtención de un margen que permita la recuperación de costos de los comercializadores, distribuidores y expendedores.
Diversos grupos de comisionistas amagaron con no suministrar el gas LP en diversos municipios y alcaldías, pidiendo que se llegara a un arreglo con el mismo gobierno federal por la fijación de dichos precios.
Estos grupos se gobiernan solos, tienen secuestrada la competencia, operando sin permiso alguno, rotulando nombres de empresas y, además de ser el vínculo favorito del huachicoleo.
Obviamente el consumidor final es quien carga con las reglas de mercado que imponen los permisionarios de gas a los comisionistas o repartidores, que se reflejan en los altos precios al momento de comprar.
Recordemos una de las eternas promesas del presi. ¿Se acuerda?. Aquello que dijo era más o menos así:
“No va haber gasolinazos, ese es el compromiso. Vamos a que la gasolina no aumente de precio en términos reales, esto es que se mantenga en términos reales, con los mismos precios, que nada más se descuente lo que es inflación, porque si no sería bajar. Tenemos que mantener los precios, considerando inflación”.
Por aquello del mes de julio, reclamó el aumento del precio del gas Lp argumentando que esto, afecta a la economía, sin embargo, fue una promesa incumplida y se le ocurrió aquello del Gas Bienestar, invitando a las compañías privadas que distribuyen este combustible a competir.
Los “gaseros” se quedaron intranquilos con la decisión del presi en cuanto a crear una empresa estatal (Gas Bienestar) para distribuir a “precio justo”.
Luego del escándalo de la suspensión del gas, en conferencia mañanera, López Obrador, amenazó con denuncias penales a quienes interrumpieron el suministro.
“Se está analizando la posibilidad de presentar denuncias en contra de quienes se nieguen a cumplir con su obligación de prestar el servicio de un insumo fundamental para la gente, desde distribuidores a comisionistas”.
Hoy, terminó el suplicio, los gaseros dicen estar abiertos a un diálogo con el gobierno federal, pero no sabemos si el gobierno esté de acuerdo con el diálogo.
¡El paro finalizó, y por lo pronto está todo en santa paz!





