Religión

El Evangelio de hoy 16 de Abril: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? “

Del santo Evangelio según san Lucas: 24, 1-12  

El primer día después del sábado, muy de mañana, llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presentaron dos varones con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron de miedo e inclinaron el rostro a tierra, los varones les dijeron: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado. Recuerden que cuando estaba todavía en Galilea les dijo: ‘Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado y al tercer día resucite’ ”. Y ellas recordaron sus palabras.  

Cuando regresaron del sepulcro, las mujeres anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás. Las que decían estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena, Juana, María (la madre de Santiago) y las demás que estaban con ellas. Pero todas estas palabras les parecían desvaríos y no les creían.  

Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se asomó, pero sólo vio los lienzos y se regresó a su casa, asombrado por lo sucedido.  

Palabra del Señor.  
Gloria a ti, Señor Jesús.

REFLEXIÓN

La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición, establecida en los documentos del Nuevo Testamento, predicada como parte esencial del Misterio Pascual al mismo tiempo que la Cruz” (CIC, 638).

Esta es una de las pocas noches que los cristianos se reúnen para velar y adelantar la mañana. Fue otra noche similar a la nuestra, siglos atrás: mientras los discípulos, las mujeres y quienes habían seguido al Nazareno hasta el muro desconcertante de la cruz eran incapaces de conciliar el sueño, Dios abrazaba a su Hijo en las entrañas de la tierra. Reconocía y justificaba lo que había predicado, curado y enseñado. Y proclamaba, desde el silencio del sepulcro, el poder de su existencia y su palabra, resucitándolo y llamándolo a una vida pascual, preludio de la que espera a quienes se incorporan a Él por el seguimiento bautismal.

Es de noche también en este mundo nuestro. Nos asusta el poder de la guerra y su fuerza destructora.  Enmudecemos ante el poder de la violencia humana, manifestada en formas tan amplias. Nos abruma la enfermedad, el dolor y la muerte de los nuestros, en esta pandemia que a todos nos ha dejado heridos. ¡Demasiados sepulcros que velar en esta madrugada!

En la noche Dios trabaja. Nunca sabremos cómo lo hace. Construye, en el Misterio de su Hijo, un amanecer de vida y esperanza para esta humanidad, una promesa de futuro mejor para cada uno de sus hijos e hijas. En esta noche, ¡en todas las noches!, Dios sigue empujando la vida.