Washington, D.C. – (Agencias) El costo de la pandemia de Covid-19 en la vida de los estadounidenses ha sido alto. Según The Washington Post, la pandemia rebasó lo sucedido en primavera, tal y como lo predijeron los científicos.

La enfermedad causada por el coronavirus ha matado ya a más de 319,000 estadounidenses desde febrero, y ha envuelto a casi todo el país.
En abril, en el pico más alto, el promedio de muertes en un lapso de 7 días fue de más de 2,000 diarias, concentradas principalmente en el noroeste.

Durante julio, el promedio de muertes cayó a 463 por día, aunque los casos en el Cinturón Solar (el sur americano) comenzaron a crecer.
Pero, como los expertos habían alertado durante mucho tiempo, llegó el resurgimiento mortal de la enfermedad.
El virus no solo apareció en nuevos lugares, sino que volvió a zonas donde se había contenido, causando nuevos récord de hospitalizaciones y fallecimientos.

Después del Día de Acción de Gracias, a pesar de las alertas que pedían no salir, el promedio de nuevos casos se disparó hasta más de 200,000 diarios; lo mismo sucedió con los fallecimientos, que superaron los 2,000 al día.
A pesar de haber mejorado los tratamientos y la experiencia, a diferencia de primavera, cuando el personal de salud se enfrentó a un virus desconocido, el virus sigue golpeando a los estadounidenses.
Los criterios aplicados al registro del números de fallecimientos han ido cambiando conforme han ido evolucionando nuevas pruebas. Provocando un ajuste de las cifras en las regiones que ya habían sido afectadas.

Hubo ajustes a los tres grandes picos anteriores de muertes. Nueva York ajusto su cifra el mes de abril agregando más de 3,700 muertes. El 25 de junio pasado, Nueva Jersey aumentó 1,850 muertes más.
En el caso del Washington Post, ajustó su metodología para reportar muertes en Nueva York, aumentando un día de más de 2,700 muertes, el 18 de septiembre.
El Dr. Anthony Fauci, el principal epidemiólogo del país, junto con otros funcionarios de salud, han dicho que las muertes producidas por el Covid-19 han sido más que las reportadas oficialmente.

De acuerdo con un análisis del Washington Post, el virus ya no se concentra en pocas zonas urbanas, ni en asilos de ancianos, prisiones o fábricas, parece florecer en donde la gente bajó la guardia.
En Nueva York, que fue el epicentro de la pandemia en primavera y registró más de 36,000 muertos, es uno de los estados que sufre su segunda o incluso una tercera ola.
Los estados del llamado Cinturón del Sol, desde las playas de Carolina del Sur hasta las playas de California, tuvieron grandes brotes después del Día de los Caídos, que todo mundo se fue a las playas. En verano, el virus inundó el Medio Oeste.

En agosto y septiembre, los brotes aparecieron en las universidades recién abiertas, particularmente en el noroeste. En octubre, el Medio Este, las Grandes Llanuras y los estados occidentales, que se habían mantenido sin afectaciones, han reportado brotes muy importantes.
Y en noviembre y diciembre, la mayoría de los estados reportaron recuentos récord de nuevos casos, muertes y una mayor demanda de camas hospitalarias.