A pesar de que nosotros ya nos hemos acostumbrado a escribir su apellido «correctamente» (aún siendo bastante complicado), el propio autor firmaba sus escritos con las siguientes formas: Shakespe, Shakspe, Shakspere y Shakespear.
La vida de los escritores no es tan ideal, por ejemplo el Sr. Gabriel García Márquez tuvo dificultades, una de sus obras:
«El Coronel no tiene quien le escriba» fue escrita desde la penuria más absoluta que viviría el escritor colombiano. Se hospedaba en la buhardilla de un hotel de París. Curiosamente, a esa misma buhardilla llegaría años después otro gran escritor: Mario Vargas Llosa. Allí escribió, también bajo la pobreza, «La ciudad y los perros».
La vida es una historia contada por un idiota, una historia llena de estruendo y furia, que nada significa.
Shakespeare; en Macbeth, 5.º acto, escena V