El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud reconoció al COVID-19 como una pandemia.
Para esa fecha, en algunos países el problema iba muy avanzado. incluso el aislamiento ya era una realidad.
Mientras, en México apenas comenzaba la batalla contra el enemigo invisible.
Nueve días después, en Coahuila los niños dejaron de ir a la escuela, se suspendieron bailes y eventos sociales, y comenzó un confinamiento para evitar su propagación.
Algunos no creían que estuviera presentándose este escenario. Para otros el tema era preocupante pues comenzaron los problemas económicos, y los primeros casos se manifestaron; luego llegaron las muertes como las altas olas de contagios.
Las familias se vistieron de luto tras la muerte de sus seres queridos, y cuando parecía que el tema estaba muy lejano, todos conocieron de pronto al menos a alguien que murió de COVID-19.
La reactivación económica avanza, pero fueron meses difíciles, como lo recuerda doña Isadora, quien vivió en carne propia el riesgo de morir, aunque logró ganarla batalla, si bien dos de sus hermanas no corrieron con la misma suerte.
“Hoy, a dos años, podemos ver cómo cambió la vida, pues durante meses dejamos de ver a parientes, siempre usando el cubre bocas, y los festejos dejaron de ser grandes celebraciones, pero hoy vivimos una nueva normalidad”, señaló.

