Un juez de control dictó formal proceso a la directora de la escuela Miguel Hidalgo, de Sabinas, Coahuila, y se envió una carta personalizada a una menor afectada quien acusó a la maestra de discriminación por varios años.
Fabiola Armendáriz, madre de la menor Ámbar Sugey, confesó el verdadero viacrucis que comenzó con una serie de denuncias penales al considerar que su hija era víctima de discriminación, desde el hecho de no permitir que usara una banca por ser zurda, hasta extraviarse una que con sus propios recursos compró, esto sin medir que de tener calificaciones de excelencia, bajó a lo más hondo de bajas notas.
En el comedor de su casa explica cómo al lograr una vinculación a proceso, y que fuera apelado por la defensa, tuvieran la sorpresa de que el magistrado Hiradier Huerta Rodríguez enviara una carta personalizada a su hija, en donde le da a conocer que ratificó la vinculación de la juez, y otras cosas que afianzaron de fortaleza y animo a la menor.
“Para nosotros estas palabras tan emotivas son alentadoras y le agradecemos al magistrado, porque son años en esta lucha que sí nos afectó bastante como familia. El camino ha sido difícil. Esta carta nos permite darnos cuenta que la ley esa actuando de la manera correcta, que se está haciendo justicia y agradezco que este proceso siga”, dijo Fabiola Armendáriz.
Recordó cómo vivieron momentos difíciles, al grado de exigir justicia incluso encadenándose a las puertas de la escuela de donde fueron desalojados con violencia por parte de las autoridades.
Hoy la madre y su hija agradecen la respuesta a través de la carta que el magistrado envió a la menor, donde reconoce en principio, como prioridad, que todas las autoridades del País tienen la obligación de proteger a los menores de edad, y a la vez ratificó el auto de vinculación a proceso que se sigue en contra de la directora de esa escuela.
“Para mi es gratificante ver que alguien se preocupa por mí, que me defiende, ahora sé que no estoy sola y que hay justicia para nosotros como niños” dijo Ámbar Sugey.
“La carta que me enviaron dice lo siguiente: En tu escuela te han enseñado que todas las autoridades del País tienen la obligación de protegerte como niña y menor de edad ya que tienes 11 años. Quiero platicarte que me tocó revisar la apelación que consiste en que yo estudie si la decisión que emitió la Jueza para que el Ministerio Público siga la investigación del hecho por el que se quejó tu mamá, porque se negaron a proporcionarte esta butaca, y con ello pudieras realizar tus actividades escolares de forma adecuada, pueda tratarse como una discriminación y mi respuesta es que debe seguir su curso”, leyó la menor.
