Luego de que el fin de semana mantuviera a sus familiares, amigos y autoridades en alerta por su amenaza de tirarse desde lo más alto del hogar de sus papás -la cual incendió- en la colonia Mirasierra, ya fuera de los efectos de las drogas, pidió perdón, pero en su padre y madre la respuesta fue “te vas de la casa”.
Familiares confirmaron que Francisco Javier ahora tiene dos días quedándose en la calle, pero la mañana del lunes 18 de octubre una trabajadora social fue a buscarlo y platicó con sus progenitores, quienes se tocaron el corazón y escucharon el consejo de que hablen con él y lo dejen regresar a casa, para buscar una solución a su problema de adicción.

Ahora ya dudan en si quieren tenerlo lejos o dentro del inmueble, sin embargo, piden apoyo y asesoría para poder internarlo pues es la única manera en que su hijo se aleje de las drogas, pero no cuentan con dinero para hacerlo.