La mañana del martes se registró un accidente en Ramos Arizpe cuando un tráiler, cargado con alrededor de 2,500 aves, volcó al tomar a alta velocidad una curva en la conexión entre el bulevar Miguel Ramos Arizpe y el libramiento Óscar Flores Tapia. El conductor, que se dirigía del municipio de El Porvenir al Estado de México, salió ileso y decidió permanecer en el lugar para esperar a su aseguradora, así como a otra unidad que pudiera hacerse cargo de la carga.

Tras la volcadura, decenas de personas llegaron al lugar y comenzaron a llevarse los pollos y gallinas en condiciones precarias. Algunos animales aún estaban vivos, otros heridos o empapados de aceite del vehículo. Fueron transportados en bolsas, cajas, camionetas, e incluso sujetos con cintas de zapatos. La escena se volvió caótica, con aves escapando de los vehículos improvisados. El chofer, al observar la situación, comentó resignado: “De que mueran aquí a que sirvan de alimento, mejor que se los lleven”.

Sin embargo, muchas de las aves no sobrevivieron al accidente y quedaron esparcidas sin vida sobre el asfalto. Las autoridades señalaron que los restos serían recogidos y desechados. El hecho pone de relieve los riesgos del traslado de animales vivos por carretera y la necesidad de establecer protocolos más claros en caso de emergencias para proteger tanto a los animales como a quienes intervienen en accidentes de este tipo.