Los callos en los pies se producen por la presión, la fricción o la falta de hidratación en esta área del cuerpo, por fortuna existe una gran cantidad de remedios para remover las durezas en los pies sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero.
Cebolla o ajo
Coloca media cebolla o ajo triturado en la zona callosa y cubre con un calcetín. Deja que los ácidos de la cebolla actúen durante toda la noche sobre la piel callosa. Retira al día siguiente y remueve ligeramente con una piedra pómez.
Bicarbonato de sodio
Debido a sus propiedades antisépticas, antifúngicas y antibacterianas, el bicarbonato de sodio es perfecto para eliminar los callos de los pies. Mezcla con agua y aplica en forma de pasta sobre la piel callosa. Deja actuar por espacio de 20 minutos, retira y luego pasa una piedra pómez.
Aspirina
El ácido salicílico de la aspirina ayuda a exfoliar y a limpiar la superficie cutánea. Mezcla el polvo de 5 aspirinas con unas cuantas gotas de zumo de limón y haz una pasta. Coloca sobre el callo y deja actuar por 20 minutos, recuerda que este no es un remedio milagroso por lo que debes aplicarlo de forma regular.
Ortiga
Licua los tallos, hojas y flores de la ortiga con agua hasta conseguir una pasta. Aplica sobre el callo, cubre con una media y deja actuar por espacio de tres horas. Retira con agua y luego remueve la piel callosa con una piedra pómez.
Caléndula
Prepara una infusión de caléndula y combina con sales de Epsom, una vez templada pon en remojo los pies por 20 minutos, luego retira, seca y remueve el callo con una piedra pómez.
