El poder oculto en el uso acertado de las redes sociales.
La esposa de Samuel García, nuevo mandatario de Nuevo León, revoluciona la forma de hacer política en México.
La megainfluencer Mariana Rodríguez, de 25 años con 1.4 millones de seguidores en Instagram y esposa del recién elegido gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha logrado lo que ningún otro aparato institucional, ni político en la historia de México: diseñar a un mandatario con memes y likes. Durante campaña la imagen de Mariana era capaz de movilizar a miles de seguidores el público joven o millennial, que acabó por acarrear a miles de seguidores más veteranos (sus padres), que se transformarían en votantes.
En redes sociales, Mariana publicaba diariamente su participación en actos de campaña donde veía pegando calcas, conviviendo con la gente, feliz con las largas filas esperando una foto, y hasta promocionando productos de pequeños emprendedores que llegaban a publicitar sus prouctos. Mariana entendía perfecto la importancia de convertir la candidatura de su esposo en un realityshow y ha sido Mariana, y no Samuel, quien revolucionó la forma de hacer política, y ganar, en México.
Las redes, el conectar con un grupo específico y la simpleza les dio el triunfo. Aquel video de Mariana aparentemente ignorando a Samuel, ansiosa por mostrar su tenis “fosfo, fosfo” se convirtió en eslogan no solo de la campaña de su marido, sino de todo el partido ya que casualmente eran color naranja. Rodríguez sabía que lo importante no radicaba en las palabras de Samuelanunciando la agenda del día, sino en mirar hacia otro lado, hacia lo absurdo, hacia el mismísimo origen del meme y ¿a quién no le gustan los memes?
No es la primera vez que un mandatario alcanza el poder gracias a la imagen de su esposa. El gigante televisivo y cultural del país, Televisa, conocía muy bien estos mecanismos previos al auge de las redes sociales. Y en 2012 una de sus estrellas de telenovelas a quien nadie se dirigía por su nombre, sino por el de su personaje en pantalla, La Gaviota, Angélica Rivera, impactó en la política de la mano de su esposo Enrique Peña Nieto, elegido presidente de México en ese año.
Como en aquel momento, Mariana y Samuel formaron durante meses esa dupla que sintetizaba en un matrimonio las aspiraciones de miles de electores. “Es lo mismo, pero con una celebridad de su tiempo, antes era la actriz de telenovelas, ahora es una influencer”,
Minimizar la potencia movilizadora de esta influencer mexicana ha sido un error del que aprenderán los políticos en el futuro, así como la utilización efectiva de las redes sociales será un arma poderosa para quienes logren dominarla de cara a las presidenciales de 2024. La política como un meme, un chiste o un producto, Samuel fue un producto más de Mariana y lo supo vender a todo Nuevo León. Esta Nueva forma de hacer política agarró en curva al inmovilismo de los partidos tradicionales. “Tumbar a la vieja política” era esto a lo que se referían ellos con esta frase de campaña, mucho tienen por reflexionar nuestros próximos representantes políticos.