Ginebra, Suiza. – Lo que se sabía de antemano, el monopolio de las vacunas por los países ricos hacen cada vez más grande el abismo que separa a los países ricos de los pobres.

De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), ya se han aplicado más de mil millones de vacunas en el mundo. De esas, el 82% se han repartido en los países de renta alta y media-alta, y solo el 0.3% se ha administrado en los llamados países de renta baja o países pobres.
La OMS señala que el acceso desigual a las vacunas es «uno de los retos definitorios de la pandemia».

De acuerdo con su director general, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, “la crisis de Covid.19 ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con sistemas de salud más resistentes que puedan garantizar la disponibilidad ininterrumpida, la asequibilidad y el acceso equitativo a los medicamentos y tecnologías médicas”
En Brasil, uno de los países más golpeados por la pandemia, menos del 6% de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna, según Nuestro Mundo en Datos.

El país se ha convertido en el primero del mundo en superar las cuatrocientas mil muertes a pesar de los recientes signos positivos de contención del virus. Solo en el último mes cien mil personas han perdido la vida en Brasil y ahora se teme un nuevo repunte de casos.
«Creo que, si todo el mundo pone de su parte, pronto saldremos de esta pandemia. Y eso será una lección para el futuro, para que sepamos cuidarnos y tener más cuidado», dice un joven brasileño.
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La variante brasileña del coronavirus se ha identificado ya en ocho departamentos peruanos y representa ya el 40% de los nuevos casos de COVID-19, según las autoridades. Con 1,7 millones de contagiados en Perú, urge que se acelere la campaña de vacunación.
Mientras tanto en Cuba, un país con 11 millones de habitantes, las infecciones alcanzaron un máximo de casi seis mil casos la semana pasada.
Sin embargo, han creado sus propias vacunas y no dependen de la iniciativa internacional COVAX.