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Realiza IMSS Coahuila mil amputaciones en promedio al año por enfermedades crónico-degenerativas

El Instituto Mexicano del Seguro Social en Coahuila recomienda a pacientes con enfermedades crónico-degenerativas mantener un régimen de vida saludable y llevar sus evaluaciones médicas periódicas, para prevenir una de las complicaciones que representa mayor impacto en su entorno, como es la amputación de extremidades.

El jefe de educación e investigación en salud adscrito a la Unidad de Medicina Familiar 73, José Eduardo Guajardo Iruegas, dio a conocer que durante 2024 se realizaron 967 procedimientos de amputación por diabetes no controlada a derechohabientes de Coahuila, lo que marcó una ligera reducción en comparación con 2023 y 2022, donde se hicieron arriba de mil en un promedio de edad entre los 59 y 64 años.

No obstante, la proporción de otros motivos de amputación respecto a las hechas por diabetes es de 39 por ciento, es decir, del total de estos procedimientos realizados en 2024, 61 por ciento fueron por diabetes y el resto correspondió a causas traumáticas, infecciones o tumores.

Detalló que retirar una extremidad tiene que ver con que esta no sea viable o represente un riesgo para la vida del paciente.

“Mantener una extremidad sin vida en el cuerpo representa un riesgo para los filtros orgánicos, principalmente los riñones que depuran el organismo al sacar toxinas y sustancias nocivas; tener una parte del cuerpo en proceso de descomposición implica peligros importantes para la vida de la persona”, dijo.

Además, la amputación es un recurso terapéutico que no termina ahí; una vez retirada la extremidad, los especialistas del IMSS verifican que la cicatrización es buena y la extremidad residual quedó en las mejores condiciones posibles para su rehabilitación, añadió el doctor.

También es necesario mantener cuidados básicos posteriores a la cirugía como el aseo de la herida, manejo del dolor, retiro de puntos en tiempo y forma, colocación adecuada de vendajes y propiciar la movilidad del muñón.

“Ya en la rehabilitación se emplean todos los recursos disponibles para lograr en el paciente una recuperación funcional del mayor nivel posible respecto a la capacidad previa al procedimiento quirúrgico.

“Una amputación cambia la expectativa de vida a una persona en lo físico, psicológico y económico, porque traduce una pérdida de la integridad orgánica y se dificulta la reincorporación al nivel previo de actividad”, externó.

Por lo anterior reiteró la importancia de llevar un adecuado control que coadyuve a prevenir repercusiones en la vida diaria de los pacientes y su entorno.