El municipio de San Pedro, Coahuila, vivió un día de profundo pesar este jueves con el funeral del pequeño Anuel Esquivel, quien fue sepultado en el Panteón del Ejido San Rafael. Compañeros de clase del menor realizaron un emotivo homenaje, rindiéndole el último pase de lista, un gesto que conmovió a familiares, vecinos y miembros de la comunidad educativa del Ejido San Miguel, lugar de origen del niño.
Un familiar del menor manifestó su decepción por la ausencia de los maestros durante la ceremonia, a pesar de haber sido invitados a participar. “Yo los invité a todos y ninguno se presentó”, lamentó, mientras el cortejo fúnebre avanzaba entre flores, globos blancos y muestras de cariño que reflejaban la tristeza de la comunidad.
La madre del pequeño, visiblemente desconsolada, expresó que la pérdida fue un accidente y no culpa de nadie. “Dios me lo prestó seis años y ahora está con él. Descanse en paz, mi hijo”, comentó, mientras los asistentes le ofrecían apoyo y acompañamiento en uno de los momentos más difíciles de su vida.
