Saltillo, Coahuila.– El obispo emérito Raúl Vera López deberá responder ante el Vaticano tras haber permitido que una sacerdotisa de la Iglesia anglicana oficiara misa junto a él y levantara el vino consagrado durante una celebración litúrgica en Saltillo. El hecho fue reconocido por el propio prelado como una falta disciplinaria dentro de la Iglesia católica.
Durante un encuentro con medios de comunicación, el obispo se mostró visiblemente molesto por las preguntas en torno al polémico suceso. Admitió que no solicitó autorización previa para permitir la participación de la clériga anglicana y, al ser cuestionado sobre posibles consecuencias, respondió tajante: “Si hay una sanción, pues que me la pongan”.
Raúl Vera, conocido por sus posturas progresistas y su trayectoria controvertida dentro del clero, generó nuevamente reacciones encontradas tanto dentro como fuera de la Iglesia. Su actuar será evaluado por la Santa Sede, que deberá determinar si se aplicarán medidas disciplinarias por esta acción considerada contraria a la normativa litúrgica católica.
