Sabinas, Coahuila, es conocido por ser un lugar tranquilo del norte de México, pero pocos saben que esta pequeña ciudad albergó una pieza clave en la historia de los videojuegos. Se trata del Tele-Pong, una de las primeras consolas de videojuegos fabricadas en el país, producida por la empresa General de Telecomunicaciones.

Durante la década de 1970, en plena fiebre mundial de los videojuegos, surgió una adaptación mexicana del famoso “Pong”, el cual fue originalmente desarrollado por Atari en 1972. En lugar de limitarse a ser una importación, General de Telecomunicaciones decidió fabricar localmente esta consola que marcó el inicio de una era en la industria del entretenimiento.
El Tele-Pong es un equipo sencillo en comparación con las consolas actuales, pero en su momento fue un símbolo de innovación y acceso a la tecnología de entretenimiento en los hogares mexicanos. Funcionaba con un televisor de tubo, y ofrecía gráficos básicos en blanco y negro con un juego muy simple de tenis virtual, donde dos barras controladas por los jugadores devolvían una “bola” cuadrada de un lado a otro de la pantalla.

Sin embargo, a pesar de la importancia histórica de esta consola, su huella fue rápidamente olvidada con la llegada de nuevas tecnologías y la creciente influencia de empresas internacionales como Nintendo y Sega. La poca documentación y la limitada distribución de la consola hicieron que el Tele-Pong quedara relegado a un recuerdo casi anecdótico.

Hoy, gracias a coleccionistas y entusiastas, el Tele-Pong ha sido redescubierto, no solo como una pieza clave en la historia de los videojuegos en México, sino también como un testimonio del ingenio local para adaptarse a las tendencias tecnológicas globales.