Uriel Cerecero es un saltillense que ama la música,pero seguir los sueños no es fácil, por lo que ha tenido que tomar importantes decisiones.
Hoy su historia es viral entre la comunidad, pues el joven publicó en sus redes sociales que decidió dejar su trabajo en un taller de maquinado, donde ganaba 4 mil pesos a la semana, para enfocarse a lo que realmente le apasiona: la música.
Pero para resistir hay que generar ingresos.
Hoy emprendió un pequeño negocio y vende gorditas cerca del distribuidor “El Sarape” de 9:00 a 14:00 horas.
De ese modo el cantautor y compositor tiene mayor tiempo y tranquilidad de trabajar en su objetivo.
