En Parras de la Fuente, Coahuila, persiste un conflicto. Por un lado, se muestra el primer pueblo mágico del norte de México con infraestructura bella para ofrecer a los visitantes, pero, por el otro, una Alameda 20 de Noviembre sucia y llena de comerciantes.
La mala imagen que dan los 20 puesteros que convirtieron el sector oriente del espacio público en una zona de venta de garnachas, ahuyenta a los visitantes a disfrutar del sitio situado a metros del primer cuadro de la ciudad.
Sin embargo, existe un proyecto a corto plazo que dará un giro de 360 grados a lo que es considerado elpulmón de Parras.
Con una inversión de 850 mil pesos se reubicará a los puesteros; colocarán juegos infantiles nuevos;rehabilitarán andadores; instalarán luminarias led; y eliminarán los viejos árboles.
“El embellecimiento urbano que sufrirá será un atractivo más para turistas y visitantes al pueblo mágico”, dijo el alcalde Fernando Orozco Lara.










